Que no haya más finales como el de Miguel Benancio Sánchez, esta es una frase que seguramente rezamos todos los argentinos o quizás la mayoría. Este recordado poeta, atleta y futbolista tucumano nació el 6 de noviembre de 1952 en la ciudad de Bella Vista ubicada en el departamento de Leales. A los pocos años se trasladó junto con su familia a Villa España, en el partido bonaerense de Berazategui. A principios de la década de 1960 se inició como futbolista haciendo las divisiones inferiores en el club Gimnasia y Esgrima la Plata; trabajaba en el Banco de la Provincia de Buenos Aires y en 1974 arrancó con el atletismo donde se federó en el Club Atlético Independiente y participó tres veces por ejemplo, en la Corrida de San Silvestre.
Miguel fue desaparecido el 8 de enero de 1978 por pensar diferente, algo que estaba prohibido y era penado por la dictadura de esa época. El joven fue ausentado por su militancia en la Unidad Básica de la Juventud Peronista, los ideales políticos marcaban a fuego el destino de la gente por esos años.
La democracia como sistema político no debe desaparecer jamás, siempre tiene que estar vigente. Penar o castigar a alguien de la forma que se hizo es algo que no puede que pasar nunca más; 30.000 desaparecidos es la cifra que se arroja, un número que entristece mucho. Miguel Benancio Sánchez junto con otros 35 deportistas están dentro de esa lista y recordarlos hoy, mañana y siempre es un deber para todos los argentinos y también una manera de rendirles homenaje.
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